viernes, octubre 26, 2007

Don Antonio Fernández y Morales

"Cual tesoro que a codicia

de dous ávaros escolta

con xustiza, ou sin xustiza,

tira de ela Galicia,

mais Castilla non a solta."

Estos versos en “dialecto berciano” referidos a Villafranca del Bierzo -y por ende al Bierzo- pueden parecernos recientes dadas las polémicas actuales. Sin embargo fueron escritos por un desconocido y olvidado poeta berciano en el siglo XIX. Desconocido, pues sólo la reciente labor del historiador Balboa de Paz pudo recuperar su significativamente olvidada obra.

Antonio Fernández y Morales nació en Astorga el 17 de septiembre de 1817 (hace poco fue su aniversario, sólo recordado por algunos nostálgicos), si bien por motivos de trabajo de su familia –boticarios- pronto se trasladó a la tan enfáticamente berciana villa de Cacabelos. Convirtiéndose así en hijo adoptivo de esta comarca, la cual llegaría a querer más que muchos naturales con abolengo de varias generaciones, en pararelo también a otros insignes personajes de esta ingrata tierra.

Dedicaría su vida a la carrera militar, recorriendo España y parte del extrajero, pero sin embargo este hombre de mundo volvía siempre que podía a su amada patria chica del Bierzo Bajo a pasar breves periodos. Alcanzaría importantes puestos y cargos como gobernador militar de Toledo o delegado en los Estados Pontificios, y lucharía con valor en las guerras carlistas. Posteriormente dada su ideología liberal se levantó contra la decadente monarquía isabelina en La Gloriosa (1868). A consecuencia de ello iniciaría la carrera política llegando a ser diputado por Villafranca del Bierzo.

Pero nos interesa más la carrera literaria de este prohombre. Durante su infancia en Cacabelos aprendió como un nativo más el dialecto del Bierzo bajo. El mismo lo identificaba como de clara raigambre galaica, si bien siempre pretendió defenderlo como un auténtico dialecto con sus peculiares formas. Más adelante en sus momentos de ocio se recrearía escribiendo pequeños poemas en esta lengua, eligiendo precisamente el habla de Cacabelos, no sólo por ser natural de la villa sino porque consideraba que era el Bierzo bajo el lugar donde su pretendido dialecto berciano se mostraba todavía más libre de influencias gallegas (hacia el Oeste) y castellanas (hacia el Sureste), “con el fin de evitar estas dos opuestas influencias, castellana y gallega, y de presentar al berciano en su más aislada individualidad, o en lo más puro y castizo posible, he adoptado para estos ensayos el lenguaje que se habla en el centro del Bierzo Bajo”.

Entraría por entonces en contacto con otros prohombres del romanticismo berciano, liberales como él: el senador Pascual Fernández Baeza y el poeta y farmacéutico Mateo Garza. Circulos culturales que pugnaban por el desarrollo cultural e industrial del Bierzo. Pero sería clave su encuentro con el lingüista o frenólogo catalán Mariano Cubí i Soler, el cual le anima fervientemente a que de cuerpo de libro a sus poemas y narraciones en dialecto berciano.

Surge así el libro Ensayos poéticos en dialecto berciano, publicado en una imprenta de León en 1861. Hay quien pretende justamente ver este libro en relación con la literatura del “rexurdimento” gallego, y precisamente dada su temprana fecha su importancia en este marco sería capital al ser anterior a los primeros escritos en gallego de Rosalía de Castro (1863).

Estos poemas son profundamente costumbristas, reflejando muy cercanamente la vida de las clases populares del Bierzo decimonónico. Pero lo mas curioso es que a pesar de ser escrito en el s. XIX muchas de las realidades que describe son todavía, o hasta hace bien poco, apreciables en el campo berciano. Su valor etnográfico es muy importante, al describir multitud de tradiciones y folklore (romerías, el magosto, el fiandón, el antroido, los juegos, a vendima, a sega en Castela...), con un estilo tan cercano que viene dado por la propia lengua en que está escrito. Abundan también las descripciones de los paisajes tan al gusto del romanticismo, toques satíricos o críticos, las pasiones y amores cotidianos de los campesinos, la gastronomía, comparaciones regionales (en las que los bercianos se muestran siempre como diferenciados de gallegos y sobre todo de los castellanos o gentes de la Meseta). En definitiva un cuadro completo de la mentalidad y cultura berciana mas profunda.

Por supuesto no se puede soslayar la importancia de la gramática y amplio vocabulario que incluye, interesantísimo para comprender el discurrir del dialecto gallego del curso bajo del Cúa.

Esta joya etnográfica desapareció desde su originaria publicación y no fue reeditada hasta hoy, pasando desapercibida cuando no menospreciada por los políticos provinciales e incluso locales. La lengua en que está escrita seguramente hizo que fuera forzosamente inadvertida por los editores posteriores. Otros estudiosos algo más recientes la calificaron de chabacana.

Morales falleció en 1896 a los 79 años en su casa familiar de Cacabelos, siendo su tumba del cementerio de la Edrada una de mas antiguas.

No me queda mas que recomendar su lectura: “Ensayos poéticos en dialecto berciano” Antonio Fernández y Morales, Instituto de Estudios Bercianos, Ponferrada 2003.

“Pegou entonces a fiera

unhos berridos tan recios,

que pareceu polo pronto

que se escacharan os tesos,

e que tremían os valles,

e que estoupaban os cerros”

-

A Ponferrada: “Querida villa: para o Edem do suelo

póis quixoo asi,

tomóu do Bierzo Dios modelo,

y entre as estrellas d´aquese cielo

te puxo atí”

7 Comments:

Blogger Baldario said...

Aunque alguno, en un ejercicio de nacionalismo (leonesista) mal entendido, pretenda negar la importancia que Fern�ndez y Morales tuvo, hay que se�alar que su obra, en su �poca, tuvo mayor repercusi�n de la que suponemos.

Valga, como peque�o ejemplo, que en el librillo de la coronaci�n de la Virgen de la Encina de 1908 se citan sus versos reiteradas veces

noviembre 02, 2007 10:29 a. m.  
Blogger Xabier Lago Mestre said...

Alégrome moito de ver que medra o interese polos precursores bercianos a prol da vindicación lingüística da nosa rexión. Sigamos polo carreiro do descubremento da nosa historia e linguas bercianas. Apertas de Xabier Lago.

noviembre 04, 2007 1:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

" Purquéi me chamas gallega,
pueis veis que sou BERCIANA,
ñacida cuatru lleguas unrriba,
de PONFERRADA "

Influyencias castellanas p´hacia´l suruesti... ay ay ay... Onde queda castiella entoavia !!

Llee Menendez Pidal, concretamente l´estudiu feichu en Paramu del Sil, a vere que castetsanu sacas d´ehí...

noviembre 10, 2007 4:46 p. m.  
Blogger Bergidense said...

@anónimo:
Las consideraciones sobre la influencia del castellano son las hechas por el propio Morales en el s. XIX (por algo aparece entrecomillado y este artículo trata sobre este personaje). Con el valor historiográfico que pueda tener o no en su determinado contexto de fuente primaria.

Ese poema que tanto propagais los leonesistas, es en realidad un claro ejemplo de la confusión que existe entre lo gallego y lo berciano que ya ilustraba el sr. Morales, y justamente una autoafirmación de sentirse por encima de todo berciano... y que no se nos confunda tanto con gallegos. No se por tanto a que viene ese partido que pretendeis darle.
En cuanto a Menéndez Pidal, decirle que hay estudios más modernos que los realizados durante el franquismo o a principios de siglo. Su valor es principalmente de tipo historiográfico por cuanto sus métodos de estudio y acceso a la información han sido plenamente superados en los últimos 100 años, en los que se han hecho gran cantidad de estudios filológicos universitarios de prestigio y seriedad científica. Yo por ejemplo le recomendaría a M. Gutiérrez Tuñón y el atlas lingüístico del Biezo publicado por el I.E.B. si tiene inquietudes por estos temas como parece demostrar. Aunque entonces estaríamos hablando en general y de la actualidad, y no de la visión de Don Antonio Fernández en el sXIX, que es de lo que trata este artículo en concreto.

Lo que está claro es que el castellano se hablase -seguimos hablando del sXIX- en el ámbito de las ciudades y villas y entre la clase acomodada como bien explica Morales, le recomiendo la lectura del libro antes de lanzarse a críticas sin sentido como la que hace.
Otra cuestión es el campo y mundo rural. Por otra parte, es posible que el no referirse Morales al asturleonés -siendo él precísamente de origen maragato- fuera provocado por la escasa diferenciación que percibía con respecto al castellano, quién sabe. También aclararle que muchas veces diferentes autores -en la actualidad y antiguamente- identifican Castilla o se refieren a ella como el ámbito físico de la Meseta, entrando también en ella la parte leonesa, de ahí que la visión de Morales identificara León con Castilla y El Bierzo como a parte, las influencias castellanas por tanto era lo mismo que decir de la meseta.

noviembre 10, 2007 6:28 p. m.  
Blogger Baldario said...

Me asombra la capacidad de algunas personas, como el an�nimo que precede a este comentario y al anterior, para no entender, para cerrarse de mollera y ver solo lo que les interesa.

Que manera, por cierto, de confundir la historia y la descripci�n de hechos hist�ricos contrastados, con el ejercicio de la pol�tica presente.

De verdad, se�ores leonesistas, si sus argumentos se basan principalmente en hechos que, aunque muy interesantes, hay que conocer paleograf�a para consultarlos en sus fuentes, es que no viven en la realidad ni en la actualidad.
Esperemos que en la elaboraci�n de sus presupuestos para los municipios en los que tienen representaci�n figure la correspondiente dote para plumas de ganso y tinteros, diligencias y caballerizas y, por supuesto, armaduras y catapultas para defender sus posturas en el hemiciclo de la Junta.

Vuelvan a la realidad y dejen el victimismo. Antonio Fern�ndez y Morales es una referencia en nuestra historia cultural, y por eso se le homenajea, nada m�s, es sencillo de entender y no hay otras intenciones.

diciembre 10, 2007 7:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola, simplemente soy un Berciano que quiere mostrarle todo su agradecimiento por contribuir a la difusión de está obra. Yo la obtuve y la lei del tión, es muy amena e interesante, que pena que muchos Bercianos desconozcamos nuestra propia historia. Sobre la obra, estoy completamente de acuerdo en que en El Bierzo Oeste se hablé practicamente Gallego, en el Bierzo Central el Dialecto Berciano y más al Este se entremezcle el Berciano con el Castellano (o como muy bien apunta usted, igual se referia al Astur Leonés). Aunque bueno, sino interprete mal, eso ya lo da a entender el autor cuando considera al Bable como castellano puro ausente de influencia arabiga y de otras evoluciones. También me gustaria decirle al Leonesista, que la Academia Asturiana marca a El Bierzo Occidental como Gallego, y al Bierzo comprendido entre el Cua y el Manzanal y por el Norte hasta el Ayuntamiento de Paramo como de Dialecto Berciano. Las únicas manifestaciones que pone de Vertiente Astur-Leonesa es en Laciana, Palacios y Paramo del Sil, pero el tema de Paramo igual seria más discutible, ya que está rodeada por zonas de inlfuencia astur-leonesa por el Norte pero por el Sur tiene el Berciano y por el Este linda con los Ancares. Bueno, que me lio. Un saludo paisano Berciano ;)

octubre 20, 2010 3:37 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

P.d: También me gustaria Recordarle al Leonesista que ellos se olvidan del Berciano, solo hablan de Gallego y Astur - Leones y mueven la frontera al Cua o más para Galicia. Les queria recordar que Francisco Gonzalez Gonzalez establece la frontera en el Sil y a finales del Siglo XX en su obra El Habla de Toreno y habla de que se produce una hibridación. Que por cierto también coincide con Morales en que el Berciano también tiene sus variantes (como en el caso de ese libro el Toreniense), algo que Morales quiere reflejar al decir que se centra en el Berciano del Centro. Dejos de discutir donde se habla más agallegado, o con más influencia asturleonesa (pero siempre dentro del dialecto Berciano), lo más importante para mi, es que en toda la comarca ahí una presencia del dialecto Berciano, ya sea en Vega de Valcarce, en Oencia, en Bembibre, en Igueña o en "el polémico caso de Paramo del Sil", y eso, para mi es importantisimo, porque nos confiere un rasgo más de identidad propia de Bercianos, y precisamente lo que nos hace falta es tener más conciencia de lo que somos y remar por nuestros intereses unidos. Otro Saludo

octubre 20, 2010 3:47 a. m.  

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